viernes, 20 de julio de 2012

Primera Lectura (Lectio Divina)

Isaías 38, 1-6. 21-22. 7-8
En aquel tiempo, el rey Ezequías enfermó de muerte; y vino a verlo el profeta Isaías, hijo de Amós, y le dijo: "Esto dice el Señor: 'Arregla todos tus asuntos, porque no te vas a aliviar y te vas a morir' ".

Ezequías volvió la cara hacia la pared, oró al Señor y dijo: "acuérdate, Señor, de que te he servido con fidelidad y rectitud de corazón, y de que he hecho siempre lo que a ti te agrada". Y lloró con abundantes lágrimas.

Entonces el Señor le habló a Isaías y le dijo: "Ve a decirle a Ezequías: 'Esto dice el Señor, Dios de tu padre David: He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a curarte y en tres días podrás ir al templo del Señor. Voy a darte quince años más de vida. Te libraré de la mano del rey de Asiria, a ti y a tu ciudad, y protegeré a Jerusalén' ".

Dijo entonces Isaías: "Traigan un emplasto de higos y aplíquenselo en la llaga para que se alivie". Y Ezequías dijo: "¿Cuál es la señal de que podré ir al templo del Señor?" Respondió Isaías: "Esta será para ti la señal de que el Señor cumplirá las cosas que te ha dicho: voy a hacer que la sombra retroceda los diez grados que ha avanzado en el reloj de sol de Ajaz". Y el sol retrocedió en el reloj los diez grados que había avanzado.

Reflexión
Cuántas veces, como lo hemos dicho anteriormente, un acontecimiento que se interpreta como negativo es, precisamente, el motor de acontecimientos que traerán la salvación y la vida, no sólo para nosotros, sino para todo el mundo. En el pasaje de hoy hemos escuchado cómo una enfermedad mortal lleva al rey a una actitud de profunda humildad y a orar al Señor por su vida. Esta oración se convierte en salvación, no sólo para él sino para todo su pueblo.

Así pasa en nuestra vida, ya que las enfermedades, las crisis económicas y todos los acontecimientos que lastiman nuestra vida, pueden ser utilizadas por Dios, que es el Señor de la historia, para beneficio de nosotros y de todos los que conviven con nosotros. La enfermedad y las crisis económicas, las catástrofes no son queridas y, mucho menos, provocadas o mandadas por Dios, como incorrectamente muchos creen. Estas ocurren en la vida debido a la fragilidad del ser humano o por la debilidad de todo lo que existe, o bien por el pecado que siempre deja consecuencias en la naturaleza.

Pero de todas ellas, el Señor es capaz de sacar un resultado positivo, si nosotros, como el rey Ezequías, nos volvemos hacia él en profunda humildad y retomamos el camino de la oración. Nuestro Dios es realmente un Dios de amor que, a pesar de la debilidad humana y del pecado, busca siempre la forma de hacernos un bien y sobre todo, de salvarnos. Cualquier otro tipo de pensamiento, simplemente no es cristiano.

Oratio
Señor, hoy levanto mi oración a ti y, aunque tal vez no estoy para morirme como Ezequías, tomo esta lectura como una oportunidad para hacer los arreglos necesarios para mi vida. Quisiera poder decir como este rey "Señor, te he servido con fidelidad y rectitud de corazón, y he hecho siempre lo que a ti te agrada"; sin embargo, creo que en muchas áreas de mi vida, no he hecho lo que a ti te agrada, ni te he servido siempre con fidelidad ni rectitud de corazón, pero es mi deseo que eso sea una realidad, así, Señor, te pido que me revistas de tu gracia para conseguirlo.

Operatio
Hoy haré un análisis de todo aquello que me gustaría arreglar en mi vida si un profeta de Dios viniera y me dijera: "arregla todos tus asuntos, porque no te vas a aliviar y te vas a morir", y haré los ajustes necesarios para empezar a arreglarlo todo lo antes posible.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caro

No hay comentarios:

Publicar un comentario