viernes, 15 de junio de 2012

Creo que estamos entendiendo la idea; sería muy intenso si vamos anotando en nuestras biblias o en una libreta este tipo de textos para que los reflexionemos durante estos días.

Ahora que viene el día del padre (a quienes les extiendo mi felicitación), les dejo est pasaje impresionante del profeta Jeremías:

«¿No es mi hijo Efraín?; ¿no es mi niño mimado? ¡Después de tanto reprenderle sigo recordándolo todavía!  En efecto, mis entrañas se conmueven, no ha de faltarle mi ternura -oráculo de Yavéh-. (31, 20)

El pueblo de Israel es el niño mimado de Dios al que jamás le faltará su ternura, por quien se le conmueven sus entrañas.  No hay expresión más dulce del amor que Dios nos tiene. Simplemente me quedo pasmado. ¡Úsen esas ideas como si fuera un mantra! o como un rosario: soy el niño mimado de Dios, jamás me faltará su ternura porque sus entrañas se conmueven por mí.

Feliz fin de semana. Y no dejen de trabajar y compartir todo esto en sus muros. El lunes veremos los resultados.

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